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miércoles, 23 de abril de 2014

Lo que hace sexy a una mujer (inspirado por un hombre)



En repetidas ocasiones tuve la oportunidad de escuchar, leer, o sentir la admiración de hombres, hacia sus respectivas mujeres, o prototipos de mujeres a los que aspiraban estar vinculados, en el mejor de los casos, sentimentalmente. 

Con curiosidad comencé a prestar especial atención a aquellos detalles mencionados por éstos hombres, y con cierta sorpresa, noté que casi sin importar las diferencias que pudieran existir entre éstos hombres (social, cultural, o circunstancial), la mayoría de ellos coincidían en admirar a un tipo de mujer, a la que se sentían profundamente atraídos a cualquier edad. 

Algunos más expresivos verbalmente que otros, pero todos ellos me transmitieron el mismo mensaje. 

El mejor y más elocuente narrador de entre ellos, habló así alguna vez de ésta mujer:


Las mujeres son hermosas.

Creo que ni hace falta decirlo. Hasta las mujeres saben que son hermosas. Mira cómo se miran unas a otras. Ustedes son preciosas, y lo saben.

Los hombres también lo sabemos. Si, las estamos mirando. Nos atraparon.

La mayoría de las veces, solo estamos navegando, como al ir a un shopping a mirar vidrieras, vigilando de lejos.

Cuando me acerco, la razón por la que quiero acercarme tiene muy poco que ver con la apariencia. Mi lista de las cosas que encuentro sexy en una mujer, mayormente son cosas que no puedes ver.

Libertad. 
El mundo es un lugar increíble. Quiero respirarlo. Quiero tocarlo, verlo, sentirlo y experimentarlo. Las personas y los lugares. Completo.

Es por esto que necesito a mi lado a una mujer que le guste vagar. 

Ella recorre y descubre, porque no conoce otra manera. Ella siente claustrofobia si está encerrada. Ella se pierde entre los árboles y en sus sueños. Ella descubre nuevas ciudades, países, continentes, culturas, y capítulo tras capítulo de su libro favorito.

Ella siempre tiene un libro a mano. Un anotador también. Ella escribe palabras y hace arte. Su mente es tan libre como su espíritu. Lo único más largo que la lista de lugares que ha visitado, es su vocabulario, sus pasiones, y la lista de lugares que todavía le queda por conocer.

Ella quiere que la acompañe. “La felicidad solo es real cuando se comparte” dice ella, citando una frase de “Into the wild”. Porque ésta mujer ha leído “Into the wild”. Ella prácticamente lo ha memorizado. Su copia del libro tiene orejas, marcas y anotaciones al margen para comprobarlo.

Y, si yo no puedo acompañarla, ella iría de todas formas. Amo eso de ella.
·   
     Vuela sola
      Decir que ella es Independiente, no es suficiente. Ella es genial haciendo sus propias cosas. Ella vive su “MI tiempo”. Pero ella no quiere estar sola. Ella quiere estar conmigo. Ella me lo dijo. Me derrito cuando lo hace.
    
      Ella no es independiente de una manera tosca. Ella no es fría. Aún así, algunas personas se ven amenazadas por el hecho de que ella pueda sostener su postura. 
    
      Ella no tiene miedo a decirme lo que piensa. Enseñarme cuando cree que estoy equivocado. Pero ella me escucha cuando hablo. Recuerda los detalles. Me hace preguntas pensadas. Me da respuestas estelares. Ella es una conversadora. Es elocuente, y bien hablada. Intimida a algunas personas. Aburre a otras. A mi me enciende.
     
      Es solo que ella está a gusto en su propia piel. Ella sabe que yo no puedo llenarla. Ella no espera que lo haga. Ella se encarga de eso, trabajando en ella misma. Ella se renueva. Es despierta. Mental. Introspectiva. Pensativa.
  
      Aun así quiero ayudarla. Inspirarla. Apoyarla. Hacerla ir más lejos de lo que ella llegaría si estuviese sola. Yo creo en ella.

      Si, voy a presionarla. Y quiero que ella me presione.

      Voy a hacerle preguntas difíciles. Necesito entenderla.

      Quiero que ella tenga lo que quiere. Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que lo consiga. Pero ella no quiere cosas. El dinero no puede comprar lo que ella quiere, lo que queremos.

      Estoy hablando de felicidad. Honestidad. Cercanía. Plenitud. Confianza. Autenticidad. Conexión. Comunicación.

      Ambos sabemos que eso requiere de gran trabajo. Se acabó el juego. Supongo que no está volando tan sola después de todo. Ella podría si tuviese que. Pero nosotros estamos navegando este viaje juntos.
·        
    Es Madura
     Te has dado cuenta de que la sexy que describo es una “mujer”, y no una “niña”?

Las niñas son lindas, e inmaduras. Ellas juegan juegos. Buscan cumplidos. Frecuentan discotecas. Las niñas necesitan atención.
  
Claro que a la mujer que yo describo le gusta la atención, y a mí me gusta dársela. Pero realmente, ella busca respeto. Ella sabe que eso se gana, de modo que ella se respeta a sí misma y a su cuerpo. Ella me respeta.

Si, ella es una niña grande. Una adulta. Eso no significa que ella sienta la picazón de querer sentar raíces a las apuradas, y cargar bebés. Pero ella tiene la madurez suficiente como para hablar de estos temas conmigo. No hay apuro. No hay presiones. Cuando sea el tiempo y ella lo sepa con certeza, planearemos nuestro futuro. Esto no la asusta. La entusiasma. Yo también estoy entusiasmado.
·        
    Se me Arrima
Si, por favor. Toda. Literalmente voy a besar cada centímetro de tu cuerpo. Es tu culpa. Deja de verte tan bien.

No puedo conmigo cuando ella está cerca. Ella puede estar sentada en el sofá en pijamas, leyendo un libro. Quiero lanzarme sobre ella. Especialmente cuando tiene puesto ese vestidito de playa, y sus alpargatas. Sus cabellos caen sobre su cara. Ella se peina acomodándolo detrás de la oreja. Esos ojos. Esos labios. Ella toda.

Sabes cuál es la mejor parte? Ella está peleando la misma batalla.

Ella nunca me besa sin sentido. Te lo digo yo. Cada beso es el mejor beso. No sé cómo es posible. Y el sexo, es como los besos. Cada vez, es la mejor de las veces.

A ella le gusta que yo tome el control. Pero, no tiene miedo a tomarlo ella. Ella prefiere que yo dé el primer paso. Pero no dudaría en iniciarlo ella. Te digo, ella me quiere de la misma manera en que la quiero yo.

Todas las formas, de cualquier forma, todas las posiciones, velocidades y lugares son épicos, porque tenemos una conexión emocional que lo hace posible. 

Nosotros nos esforzamos en hacerlo bien, de la misma manera en que trabajamos por nosotros mismos, y por los dos.

Nosotros podemos hablar al respecto cuando se acaba, o antes de comenzar, o en la mitad del día. Podemos hablar de lo que nos gusta, de lo que no nos gusta, y de lo que queremos probar. Podemos hablar de todo. Nada está fuera de los límites. Esa apertura. Este tipo de comunicación hace que nuestra relación sea mejor. Hace que el sexo sea mejor. Nos acerca uno al otro.

Quieres saber qué lo más sexy de ella?
   
No importa cuán cerca estemos, con o sin ropa, nunca vamos a estar lo suficientemente cerca. Ella quiere que sigamos intentando. Y yo también lo quiero.



                                                                                                                    .....

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